La erección es un mecanismo neurovascular regulado hormonal y psicológicamente. El pene está formado por un tejido esponjoso, blando y elástico que al llenarse de sangre crece en tamaño y se vuelve rígido. Alrededor de dicho tejido esponjoso y de la próstata están los nervios que conducen los impulsos haciendo que los vasos sanguíneos incrementen su aporte (Fig. 1). Estos impulsos nerviosos están regulados por la hormona masculina, denominada testosterona.